¿Qué es y para qué sirve el autocontrol?
Con un sencillo experimento hecho en la infancia, se puede saber con bastante exactitud cómo va a ser tu vida adulta. Increíble, ¿no?
En la década de 1960, un psicólogo llamado Walter Mischel hizo un experimento muy simple y con un resultado sorprendente.
Trabajó con un grupo de niños pequeños, en edad de preescolar, a quienes se les planteaba un gran desafío. El adulto investigador les ponía sobre el escritorio una rica golosina y a continuación les decía que saldría unos minutos de la habitación y que ellos podían comerla inmediatamente o esperar. Si esperaban a su regreso, él podría darles otra golosina y de este modo, tendrían dos. En cambio si la comían durante su ausencia, ya no podría darles la segunda golosina. Luego de esto, el adulto se retiraba.
¿Y qué pasó?
Pues bien, hubo niños que comieron y otros que no comieron la golosina, naturalmente. Estos resultados se conservaron. Pero se efectuaron seguimientos de esos niños en su desarrollo hacia la vida adulta.
De modo general, lo que se observó lo siguiente:
Los niños que no comieron la golosina durante la espera, esos que supieron aguantarse las ganas durante un rato para luego obtener un doble premio, tuvieron mejor calidad de vida en varios aspectos a medida que fueron atravesando la adolescencia y la vida adulta.
Por ejemplo, mostraban mayor capacidad de concentración, más seguridad en sí mismos y en la persecución de sus objetivos; les fue mejor en los estudios, desde la escuela primaria hasta la facultad, o en sus trabajos. Pero no sólo eso. Los niños que “se aguantaron la espera” tuvieron relaciones de pareja, familiares y sociales más estables, duraderas y sanas. A tal punto que se observó que tenían menos cantidad de divorcios o relaciones de pareja conflictivas. Asimismo, tenían mejores indicadores de salud, como un peso adecuado.
¿Todo esto puede predecirse de un experimento sencillo hecho en la infancia?
Pues bien, un poco sí, porque no hay que olvidarnos que estos resultados son un promedio, no se aplican a todos por igual. Pero definitivamente es algo sorprendente que una tarea tan sencilla pueda darnos tanta información. Seguro que toca algún botón crítico de nuestra personalidad.
Lo que nos dice esta investigación es que para los seres humanos resulta fundamental lograr demorar un placer inmediato para luego tener un placer mayor. Este es el mensaje:
“no te comas ahora este caramelo, aguantate y en un rato vas a tener dos caramelos”
Llamamos a esto, autocontrol.
Y vos, ¿cuánto autocontrol tenés?
- ¿Lográs soportar la tentación de un helado para no subir de peso?
- ¿Podés decirle que no a tus amigos o tu a pareja para quedarte estudiando y así aprobar un examen?
- ¿Te aguantás comprar cosas pequeñas y poco importantes (pero que te gustan) para ahorrar dinero y comprarte algo más grande y mejor más adelante?
- ¿Dejás para otro día el capítulo final de la serie porque se hizo tarde y, si lo ves ahora, mañana vas a estar cansado/a?
Las preguntas anteriores no son un test, pero sí te dan una idea de cómo funcionás con tu autocontrol en situaciones cotidianas.
La capacidad de autocontrol: las consecuencias de tus actos
Con autocontrol, en verdad, estamos hablando de las consecuencias de nuestros actos.
Simplificando mucho las cosas, hay que mirar dos aspectos de las consecuencias:
- Si son positivas o negativas; es decir, si te gustan o no te gustan.
- Cuánto tardan en afectarte luego de que hiciste alguna acción. Así, algunas consecuencias son inmediatas y otras tardan un tiempo en llegar, a veces incluso años. Pero llegan…
Mirá el cuadro de abajo, vamos a ver que combinando un poco las cosas tenemos 4 posibilidades. Es fácil de entender y te lo explicamos.
Conducta | Consecuencia inmediata | Consecuencia a largo plazo |
---|---|---|
Tener relaciones sexuales con tu pareja | Positiva | Positiva |
Ser infiel a tu pareja. Consumir drogas. | Positiva | Negativa |
Estudiar una materia que no te gusta. Hacer una cola para trámite de vehículo. | Negativa | Positiva |
NO HAY No existen conductas en esta categoría | Negativa | Negativa |
En el primer caso, está todo más que bien. Es la situación ideal y sencilla, que muchas veces tiene lugar en nuestras vidas. Hacemos algo que nos gusta, que nos da un placer inmediato como tener sexo con nuestras parejas, la consecuencia es positiva en el momento pues nos genera un gran placer. ¿Y a largo plazo? También, pues las relaciones sexuales con tu pareja fortalecen y mejoran el vínculo, la intimidad, el amor y el compañerismo. Hasta acá, todo está fenómeno.
Ahora bien, ¿qué sucede en la segunda fila? Tenemos conductas con un resultado placentero inmediato, muy placentero incluso, como nos puede dar el sexo con alguien ajeno a nuestra pareja o consumir drogas. Pero con el paso del tiempo, esos comportamientos acarrean problemas, es decir, consecuencias negativas. Por supuesto, nuestra pareja puede enterarse de la infidelidad, lo cual genera mucho dolor a ambos; pero incluso sin que eso pase, sabemos que las relaciones de infidelidad deterioran el vínculo con el compañero habitual. Ni que hablar de consumir drogas. No hay dudas de que el uso de sustancias como tabaco, alcohol, marihuana, cocaína, éxtasis es muy divertido; pero a largo plazo las consecuencias pueden ser catastróficas. Ejercer el autocontrol en este caso se trata de aprender a abstenerse de un placer actual para evitar un problema en el futuro. Consiste en “no hago hoy lo que me gusta, con el fin de no generarme un sufrimiento más adelante”.
La tercera fila también presenta una situación conflictiva pero de otro modo. Tengo que bancarme hoy la consecuencia negativa, lo que no me gusta, con el fin de lograr un placer mayor en el futuro. De alguna manera, aquí están los niños del experimento, quienes tenían que tolerar un momento de malestar, aguantando la tentación de comer la golosina, para luego obtener dos. Si pagamos una multa o hacemos una larga cola para un trámite, nos aguantamos un momento de malestar hoy con el fin de que en el futuro tengamos lo que queremos, por ejemplo, nuestro carnet de conducir actualizado. En toda carrera universitaria hay materias que nos desagradan, pero de todos modos las estudiamos a fin de obtener nuestro título. Así, en estos casos, el autocontrol implica hacer algo que hoy tiene una consecuencia desagradable a fin de lograr una consecuencia positiva en el futuro. Intercambiamos el displacer actual por un bienestar a venir.
Afortunadamente, no vamos a encontrar ejemplos en la última categoría. En efecto, no hay conductas cuyas consecuencias sean siempre y todas negativas. Tal vez te preguntes por las personas que hacen comportamientos masoquistas o se autolesionan. Pues bien, estos suelen ser casos graves, en los cuales el dolor emocional es tan intenso que lo alivian generándose un daño físico. Aunque este último (el daño físico) duele, no duele tanto como la angustia intensa que están experimentando. Es un poco largo y complejo explicar esta forma de “alivio”, y en verdad no viene al caso acá.
Entonces…
¿Te aguantás hoy las ganas de hacer algo que te gusta mucho, para que mañana sea mejor?
Si es así, entonces, seguramente no consumirás drogas, no comerás en exceso, no serás sedentario. Tenderás a ser ordenado y metódico para no perder tiempo buscando.
¿Tolerás hoy un momento feo para estar mejor mañana?
De ser este el caso, tendrás que leer el texto que no te gusta, saludar a los compañeros de trabajo que no te caen muy bien, pagar tus impuestos y asistir a los cumpleaños de los familiares de tu pareja que no te agradan.
Ejercer el autocontrol no siempre es fácil, todos fallamos algunas veces. Lo importante es lo que lográs más habitualmente, en general y la mayoría de las veces.
Nadie se vuelve diabético por comerse un postre, nadie se enemista con el mundo entero por no haber asistido a un casamiento de quien no le cae del todo bien.
Pero si te alimentás mal siempre, casi seguro desarrolles un problema metabólico con los años; si descuidás constantemente tus relaciones sociales, muy probablemente termines por quedarte muy solo.
Ahora, antes de actuar en una situación, mirá el cuadro de arriba y razoná ese comportamiento. ¿En qué fila cae?
¿Querés ayuda para mejorar tu autocontrol?
En Cetecic contamos con una red de terapeutas capacitados para ayudarte.