Categories: Bienestar

¿Cómo saber si tengo tristeza o depresión?

La tristeza es una emoción normal, a veces saludable, es la reacción normal a un daño o a una pérdida. Pero la depresión es otra cosa.

Muchas personas pasan períodos de depresión y nunca se enteran, pero sí sufren. Algunas personas han estado deprimidas tanto tiempo que se acostumbraron a vivir así y consideran como algo normal un estado duradero de tristeza, falta de motivación y desinterés general. Pero eso es un error. No es normal vivir deprimido.

¿Cómo podés saber vos si estás depresivo?

  • ¿Te cuesta disfrutar de las cosas cotidianas?
  • ¿Perdiste el interés y el placer por actividades que antes te gustaban y te divertían?
  • ¿Te parece que la vida tiene poco sentido?
  • ¿Te sentís triste sin un motivo aparente?
  • ¿Tenés poco interés en ver a las personas que querés? ¿Te aislás?
  • ¿Tenés problemas para dormir? No sólo dificultades para conciliar el sueño, sino también:
    • Sueño entrecortado: te despertás varias veces por la noche.
    • Sueño poco reparador: te despertás a la mañana con cansancio y la sensación de no haber dormido.
    • Dormir poco, porque no podés dormir más y pero seguís sintiéndote cansado.
    • Dormir mucho y, a pesar de ello, seguís teniendo sueño.
  • ¿Buscás placer en actividades que no son del todo sanas como, por ejemplo, consumir drogas, alcohol o comer en exceso?

Si respondés que sí a algunas o la mayoría de las preguntas de arriba, probablemente estés atravesando un periodo depresivo. Y si es así, lo peor que podés hacer es dejarte estar.

No esperes a tener ganas para hacer las cosas

Las ganas vienen haciendo

Estos pasos pueden ayudarte

Armate un plan de actividades para salir adelante.

  • Planteate objetivos pequeños y fáciles al principio, muy fáciles inclusive. Algo que vos sepas que vas a poder hacer y disfrutar ¡Y hacelo!
  • Luego, andá aumentando progresivamente la complejidad y dificultad de las actividades; siempre lenta y muy gradualmente.

Si te cuesta

  • No te des por vencido si un día no podés o no te sale como pensaste; al día siguiente, seguí intentando. Las cosas no salen siempre bien ni como uno quiere, pero eso no es motivo para abandonar.
  • Seguramente te va a costar mucho más empezar una actividad que mantenerla. Date cuenta de esto.
  • Por ejemplo, si vas a salir a caminar, notá que antes de salir es más difícil pero que una vez que arrancaste, es más fácil seguir. Acordate de esto para la próxima: “lo que me cuesta es el arranque, pero luego, es más fácil y lo disfruto”.

Si no te sale, pedí ayuda

En Cetecic contamos con una red de terapeutas capacitados para ayudarte.

webmaster

Recent Posts

El autocontrol, una habilidad para un futuro mejor

Con un sencillo experimento hecho en la infancia, se puede saber con bastante exactitud cómo…

2 meses ago

¿Existe el autoboicot? ¿Te saboteás para no lograr lo que querés lograr?

Cuando uno quiere explicar el comportamiento de uno mismo o de otra persona, podemos buscar…

2 años ago

El miedo a las sensaciones corporales

¿Te asustás si tenés taquicardia o palpitaciones? ¿Tenés miedo de marearte o sentir que las…

2 años ago

Los pensamientos intrusivos

Los pensamientos intrusivos son esas ideas absurdas que se tratan de meter en tu cabeza…

3 años ago

¿Te precupa lo que los demás puedan pensar de vos?

Relacionarnos con los demás es una de las tareas más difíciles e importantes que todo…

3 años ago

Cuando el pánico se vuelve un trastorno

Tener Trastorno de Pánico NO es lo mismo que tener crisis de pánico, pero está…

3 años ago